Antecedentes:
Este es un caso real en el que la abogada Sandra Márquez representó a la víctima como acusación particular. Se han modificado algunos datos, incluidas las fotografías, para preservar la privacidad de las personas involucradas.
Lucía, residente en Valencia, acudió a un centro estético en el centro de la ciudad tras ver una oferta en redes sociales para la inyección de ácido hialurónico en los labios. Fue atendida por la propietaria del establecimiento, Mary, una mujer de nacionalidad coreana, quien le aseguró que el producto que iba a aplicarle era el mejor del mercado. Convencida de estar en manos de una profesional, Lucía accedió al tratamiento.
Sin embargo, tras la infiltración y ya en su domicilio, comenzó a sufrir graves reacciones adversas, incluyendo una fuerte inflamación en los labios, lo que la llevó a ser ingresada en el hospital durante un día. Al pedir explicaciones a Mary, Lucía descubrió que esta no tenía el título de medicina obligatorio para administrar inyecciones. Además, el ácido hialurónico utilizado se trajo de Corea y no estaba autorizado en España, ya que no había pasado los controles de la Unión Europea.
Ante esta situación, Lucía decidió contratar los servicios de Sandra Márquez y presentamos una denuncia contra Mary por la comisión de un delito de intrusismo profesional, un delito de lesiones por imprudencia grave y un delito contra la salud pública.
Estrategia:
Como abogada de Lucía, aportamos diversas pruebas documentales, entre ellas:
Por su parte, Mary basó su defensa en alegar que Lucía era su amiga y que le había inyectado el ácido en un contexto personal y no profesional.
Resultado:
Logramos una sentencia condenatoria para Mary por todos los delitos imputados, con penas que incluyeron, entre otras, 14 meses de prisión y la inhabilitación para ejercer cualquier profesión u oficio relacionado con la estética durante un año.